La agente del FBI Gracie Hart es uno de nuestros papeles favoritos de Sandra Bullock de todos los tiempos, y sabemos que a Bullock le debe haber encantado interpretarla. Señorita simpatía, porque ella la jugó una vez más en Miss simpatía 2: armada y fabulosa. (También produjo ambas películas, poniendo su dinero duramente ganado para traer al mundo más de Miss Gracie Hart).
En la secuela, el agente del FBI Gracie Hart, quien se infiltró tan famoso un espectáculo de belleza como parte de una trampa del FBI, está de vuelta en sus formas poco femeninas, rudas y resoplando. Sin embargo, cuando queda claro que la fama de Gracie está impidiendo su trabajo como agente, se le ofrece un nuevo rol en el FBI. Se convierte en la “cara del buró” con un nuevo estilista. Joel (Diedrich Bader) contrató para volver a alisar sus bordes ásperos y una nueva guardaespaldas para mantenerla a salvo, Sam Fuller, interpretado por Regina King.
A pesar de sus temores de convertirse en “FBI Barbie”, Gracie está lo suficientemente feliz en su nuevo trabajo. Cuando la tragedia golpea, sin embargo, y su amiga, Señorita Estados Unidos (Heather Burns), es secuestrado en Las Vegas, junto con el anfitrión del concurso (William Shatner), Gracie se niega a quedarse al margen. Ella y Sam se dirigen a Sin City para salvar a los amigos de Gracie, ya sea que el jefe de la oficina local del FBI quiera que lo hagan o no. El resultado es un juego divertido con unos pocos giros y vueltas y Bullock siempre agradable dando unas risas muy grandes.
Si bien es difícil de superar Señorita simpatía, Hubo algunas veces que la secuela logró superar al original..
1. Cuando Gracie Hart persigue a la “falsa” Dolly Parton a través del hotel veneciano.
2. Cuando ella visita el programa de entrevistas de Regis Philbin. (Regis: “No te pareces a J. Edgar Hoover”. Gracie: “¿En serio? Porque este es su vestido”.)
3. La relación entre Gracie y Sam. Es un indicio divertido de lo que vendría cuando Sandra Bullock se uniera a Melissa McCarthy en El calor.
4. Cuando Sam tiene que actuar “como una mujer que pretende ser un hombre que pretende ser Tina Turner” y lo mata (eventualmente) cantando “Proud Mary”.
5. El final increíblemente dramático (¿quién sabía que un barco podría hundirse en el desierto de Nevada?).
Gracie Hart nunca deja de hacernos reír, y seríamos los primeros en la fila para comprar boletos para una tercera cuota. Tal vez algo que se encuentra en un paraíso tropical al lado?
OBSERVAR: Las líneas que nunca dejaremos de citar de ‘Miss Simpatía’
La primera película nos dio una comedia risueña que, incluso después de 17 años, no podemos dejar de citar. La secuela nos dio aún más de esos momentos que no te puedes perder. ¡Aquí está el tercero! (¿Una chica puede soñar, verdad?)