Estoy convencido de que si tienes una lata de frijoles en tu despensa, estás a medio camino de cenar. Ha habido muchas, muchas noches “magras” en nuestra cocina donde me encuentro buscando desesperadamente a través de nuestros gabinetes, tratando de reunir una comida coherente, como el episodio más triste del mundo. Cortado. Saborear con pepinillos … orzo … chips de chocolate … leche de coco. Y luego veo la lata de frijoles al acecho en la parte posterior y un plan se une.
Ese plan podría significar crujir una lata de garbanzos hasta que estén dorados y tostados, y mezclarlos con pasta con aceite de oliva y hojuelas de chile, o mezclarlos con un poco de atún en conserva y verdes sin brillo que se esconden en la parte posterior del refrigerador para un ayuno y relleno de ensalada. O podría significar frijoles blancos cremosos salteados con espinacas congeladas y ajo, mezclados en cuscús. O frijoles negros adornados con comino y limón, mezclados con arroz blanco al vapor o doblados en una tortilla de maíz con algunas cebollas caramelizadas. Estas comidas rápidas y baratas no son dignas de mi cuenta de Instagram, pero satisfacen más que el hambre. Me hacen sentir como un MacGyver culinario..
Mientras que el grano varía, la marca es siempre la misma: Goya. He probado casi todos y, por lejos, los frijoles enlatados de Goya son sabrosos y están bien cocinados, tiernos pero no blandos ni granulados. Y casi siempre están completamente intactos. No hay nada más deprimente que abrir una lata llena de frijoles rotos, incluso si están destinados a su procesador de alimentos. (Los garbanzos Goya son un buen hummus). Mi única sugerencia es drenar y enjuagar bien los frijoles antes de usarlos, como la mayoría de los frijoles enlatados, el líquido de la lata es viscoso y un poco salado..
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No hay muchos alimentos básicos de la despensa que sean saludables, muy baratos, infinitamente versátiles y que aún tengan un gran sabor. Es por eso que lanzo unas cuantas latas más de frijoles Goya en mi carrito de compras durante mi compra semanal de comestibles. No importa lo loco que esté el resto de la semana, o cuán vacía esté mi despensa, hay frijoles y habrá cena..