Para una alternativa más simple y menos costosa a la compra de langostas vivas, compre colas de langosta en su lugar; Las colas de langosta se venden frescas o congeladas, y la carne es firme y sabrosa. Sirva las colas de langosta cocidas en sus conchas con un lado de mantequilla tibia y limones para exprimir, o agréguelos a una ensalada.
Cocinar colas de langosta congelada
Si sus colas de langosta están congeladas, descongélelas toda la noche en el refrigerador (o aproximadamente ocho horas) antes de prepararlas. Se verán verdosos o marrones, y eso está bien. Sabrás que se descongelarán cuando las colas se sientan flexibles.
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Cómo hervir las colas de langosta
Para hervir las colas, use tijeras de cocina para cortar a lo largo la parte inferior de la concha. Ponga las colas de langosta a un lado y hierva una olla con agua muy salada. Una vez que el agua llegue a hervir, agregue las colas y cocine a fuego lento, sin tapar, durante siete a 10 minutos. Cuando haya terminado las colas, quítelas con pinzas y escúrralas en una bandeja para hojas o en un colador. Sabrás que las langostas se terminan de cocinar cuando las conchas son de color rojo brillante y la carne es blanca sin rastro de gris.
Los pasos finales
Las cáscaras de langosta estarán muy calientes, así que asegúrese de dejarlas enfriar antes de manipularlas. Recorte la cáscara (la cola debe salir en una sola pieza), o deje la cola en su cáscara y sirva para obtener una presentación hermosa. Servir con mantequilla derretida, sal, pimienta y rodajas de limón para exprimir en la parte superior.
¿Quieres asar las colas en lugar de hervirlas? Lo cubrimos con esta receta para las colas de langosta a la parrilla de Oxmoor House: http://www.myrecipes.com/recipe/grilled-lobster-tails